domingo, 10 de enero de 2010

Shiva, el Rey de la Danza Cósmica



Shiva es la representación de la divinidad más apropiada para simbolizar los cambios y el movimiento universal. Dentro de su misma personalidad conviven aspectos diametralmente opuestos. Por un lado se lo llama Shiva, el auspicioso; Bholanath, el inocente, ingenuo, y por el otro, Bhairav, el terrible. Shiva representa la destrucción de lo negativo y la reconstrucción de lo positivo, relacionado con la virtud divina.


Como está en constante movimiento, lo vemos más comunmente en su aspecto de Nataraja, el Rey de la Danza Cósmica (tandava) En la imagen vemos a Shiva bellamente representado bailando en un perfecto equilibrio dentro de un círculo de fuego. El círculo es la representación más perfecta del universo en armonía, ya que está formado por un conjunto "x" de puntos a la misma distancia del centro. También hace referencia al átomo, una de las partículas más pequeñas que existen dentro de la creación material.


Shiva, la representación de la divinidad latente en todo lo móvil e inmóvil, se encuentra dentro tanto del macrocosmos como del microcosmos, para recordarnos que absolutamente todo en el universo está regido por una fuerza suprema y no librado al azar, como muchos piensan y hasta tratan de demostrar por medios científicos.


Shiva tiene cuatro brazos, como muchas de las divinidades de la tradición hindú. Esto nos recuerda que la Divinidad está a un nivel mucho más elevado que los simples mortales. Muchas veces la proliferación de hasta mil brazos representa los atributos infinitos de la Divinidad. En la mano superior izquierda, Shiva sostiene un tambor llamado damaru, que lo caracteriza por excelencia. Simboliza el orden universal por estar relacionado con lo cíclico, los ritmos. Con su mano inferior derecha bendice con su mudra (gesto divino) de abhayahasta a todos aquellos que con respeto se acercan a Él. En su mano superior izquierda sostiene una llama, símbolo de la Divinidad y un gran elemento purificador. También simboliza la sabiduría, el desapego y la renuncia que de ella derivan. Es esta sabiduría la que reduce la ignorancia que nos hace creer que somos entidades separadas de la Divinidad.


La ignorancia es a veces representada por demonios o entidades bajas. Shiva reduce a cenizas nuestra propia ignorancia representada por estos demonios y con sus cenizas se adorna el cuerpo. La ceniza no es en sí ornamento de ningún tipo, pero en el cuerpo de Shiva simboliza la victoria sobre los apegos y deseos mundanos. Es por esta razón que los devotos de Shiva adornan sus frentes con tilak de una ceniza blanca llamada bhasma.


Su mano inferior izquierda está dirigida hacia abajo con la palma volteada hacia adentro. Este es un mudra de protección para los aspirantes espirituales sinceros.


Shiva está bailando sobre un pequeño ser regordete, el demonio Naraka, representando las malas cualidades del ser humano. Todo este conjunto está sustentado por una flor de loto, símbolo de la pureza por excelencia. El loto, a pesar de crecer en el barro, permanece siempre limpio y fragante. Si alguna gota de agua cae encima de uno de sus pétalos, inmediatamente resbalaa. Este es un recordatorio para nuestra vida: estar en el mundo (el barro) sin quedar contaminados por él (por sus influencias negativas) ¿Cómo? Mediante un intelecto recto y puro, un buen carácter, una vida dedicada a la Divinidad.


Tandava, la danza de Shiva, nos habla del perfecto equilibrio y orden que existe en todo el micro y macrocosmos, donde nada está librado al azar. Todo funciona perfectamente, en armonía. La naturaleza refleja esta armonía y los seres que están en armonía con la naturaleza reflejan también este orden perfecto. La danza de Shiva nos recuerda el ritmo del universo, las estaciones del año, el período de gestación de un niño, etc.


La consorte de Shiva, o su contraparte femenina, es Parvati. En India lo Divino se manifiesta como Padre y Madre, el principio divino con diferente polaridad: masculino-femenino, positivo-negativo, yang yin, Shiva Shakti (simbolizada como Parvati). Parvati significa "hija de la montaña" (parvat) Un sinónimo de parvat es giri. Giri significa lo más alto, y también hace referencia al conocimiento trascendental, veda. 

Rasikananda Das