jueves, 3 de diciembre de 2009

¿Por qué sufrimos?

Si todos nosotros nacemos con esencia divina, si Dios está en todas partes y si la Madre Divina es nuestra energía ¿por qué sufrimos tanto? ¿Por qué nos lastimamos a nosotros mismos y a quienes nos rodean? ¿Por qué no podemos vivir en equilibrio y felicidad permanente? ¿Acaso el yoga tiene alguna técnica secreta para evitar el sufrimiento?

¿Sabías que los yoguis afirman que el alma, el jivatma, ha discurrido desde la creación, hace miles y miles de años? Ellos afirman que el alma nace, muere, renace y vuelve a morir y que, una y otra vez, debido al gran tormento del deseo, ésta se encuentra encadenada a la gran rueda del sufrimiento. Pero al final, al despertar, toma consciencia de su propio sufrimiento.

El mayor sufrimiento del ser humano es la alienación de la verdadera naturaleza de su yo, de su propia fuente y de Dios. A diferencia del cristianismo, el yoga no plantea que el problema resida en el pecado, la culpa o la mala acción. Se trata de un problema de falsa identificación.

Al pasar por miles y miles de reencarnaciones a través de millones de años, olvidamos quiénes somos en realidad. No podemos recordar que, de hecho, no somos otra cosa que la interacción entre la energía y la consciencia de shiva y de shakti.

Hoy nos identificamos exclusivamente con nuestro cuerpo, con nuestras pertenencias, con nuestros pensamientos y nuestra personalidad. Creemos que somos nuestras ideas, nuestras creencias, nuestra carrera, nuestra familia y nuestro país. Vivimos inmersos en una gran ignorancia, porque, al desconocer la grandeza de nuestra verdadera naturaleza, vivimos enajenados de nuestro verdadero ser interior, y ésta es la fuente de nuestro sufrimiento.

Para la filosofía yoga, la fuente de alienación del verdadero ser interior no es ni el pecado ni la mala acción, sino la ignorancia o avidya. Según el yoga, el sufrimiento surge a partir de un proceso denominado extraversión (unmesa). Gradualmente el alma se va identificando por completo con el plano material de la existencia, aunque ese plano material burdo (el cuerpo y la personalidad) sea el aspecto exterior y visible de su verdadera morada. Éste es un serio problema de falsa identificación, porque, si bien esta disciplina nos enseña que el verdadero hogar del alma es el cuerpo, la mente y la personalidad, también nos enseña que el verdadero hogar del alma se encuentra más allá del tiempo y del espacio: en el eterno presente de la consciencia.

Al vivir desconectados de las extensas raíces de nuestro Ser Interior, sentimos un profundo sufrimiento.

La psicología del yoga es muy específica en cuanto a la naturaleza de la limitación que nos mantiene atrapados en nuestro engaño acerca de nuestra verdadera naturaleza. Las escrituras clásicas identifican cinco "aflicciones" o kleshas, que son cinco creencias y comportamientos que nos obligan a que solo tomemos en cuenta la burda realidad que se presenta ante nuestros ojos. Son las siguientes:

1) Avidya (ignorancia)
2) Asmita (apego al propio yo)
3) Raga (gusto)
4) Dvesha (disgusto)
5) Abhinivesha (apego a la vida y miedo a la muerte)

Se considera que estas cinco aflicciones se suceden a partir de una secuencia de causa y efecto y se han dispuesto en ese orden debido a que es así como surgen.

La ignorancia es la fuente de las demás aflicciones. De ella surge el apego al propio yo. A partir de esta aflicción comenzamos a creer y a aferrarnos a un ser interior con minúscula. Del apego al propio yo surgen el gusto y el disgusto, es decir, lo que nos agrada y nos desagrada. Inevitablemente de estas dos aflicciones surge el apego a la vida y el miedo a la muerte, es decir, comenzamos a engañarnos con el deseo de una vida menos complicada, eterna, prolija y sólida, en lugar de una existencia complicada, vasta, discontinua e incomprensible, tal como es en la realidad.

Además de estas cinco aflicciones, las escrituras sagradas identifican cuatro creencias erróneas que sostienen el falso concepto de las kleshas (aflicciones). Son ellas:

1) Se cree en la permanencia de las cosas materiales.
2) Se da más importancia al cuerpo que al alma.
3) Se cree que el sufrimiento es la verdadera felicidad.
4) Se cree que el cuerpo, la mente y los sentimientos conforman nuestro verdadero Ser Interior.

Cuando nuestra visión de la realidad se encuentra distorsionada por las cinco aflicciones y las cuatro creencias falsas, vivimos con un sentimiento constante de autoengaño, el atmán ya no es capaz de entender que su hogar es la realidad más segura y confortable de brahmán. "La vegetación del manantial puede empañar el agua más cristalina. Por lo tanto el alma humana encerrada enel cuerpo no puede irradiar su luz y así, su naturaleza real permanece oculta" (Rajarshi Muni)

Las aflicciones nos esclavizan de una manera tal que el mundo entero se distorsiona ante nuestra mirada. Según Deepak Chopra, al razón de esta distorsión se basa en el mito del materialismo. Vivimos totalmente engañados, pensando que la verdadera realidad es la apariencia que sólo podemos percibir con los ojos.

Stephen Cope
extracto de ""Yoga en busca de uno mismo"


Imagen: La rueda de la vida. En el centro la ignorancia (avidya) es representada por un cerdo, el apego (asmita) y el deseo (raga) es representado por un pájaro particular de la India, conocido por el apego que tiene hacia su pareja; el disgusto o la aversión (dvesha) es representada por la serpiente, por su rapidez para herir, para atacar.