viernes, 23 de marzo de 2012

Hacia una verdadera educación

En una sociedad humana mejor, le diríamos a cada niño: "Tienes semillas del amor, de dicha, de verdad, pero son semillas. Toda tu vida tiene que ser un gran esfuerzo para sembrar las semillas, para aprender el arte de crecer, de ser paciente para esperar a que la semilla brote, y después cuidar de la planta y seguir esperando en oración a que llegue la estación en que se produce el florecimiento"

Es un experimento de cultivo interior, de jardinería interior, de agricultura interior. Sin embargo, lo primero tiene que ser el golpe de que hasta ahora hemos estado viviendo en vano y todo lo que hemos hecho hasta ahora lo hemos hecho partiendo de ideas equivocadas. Tenemos que borrar la pizarra, de modo que dejamos todo el pasado a un lado.Comienza desde cero. Es como si hubieras nacido hoy y tuvieras que empezar a vivir ahora. Olvídate del pasado, no sigas cargando con él. No te ha dado nada... Libérate de él para que puedas experimentar completamente desde el principio…

Una verdadera educación no te enseñará a competir; te enseñará a colaborar. No te enseñará a pelear para llegar el primero. Te enseñará a ser creativo, a ser cariñoso, a ser dichoso sin compararte con los demás. No te enseñará que sólo puedes ser feliz si llegas primero...
Yo te digo que disfrutes de lo que haces, no por los resultados, sino por el acto en sí...

Tú no creas la verdadera belleza, sino que se crea a través de ti. La existencia fluye; tú eres sólo un conducto. Tú dejas que ocurra y nada más; tú no lo obstaculizas y nada más.No pienses en los resultados. Haz lo que estés haciendo con todo tu ser. Piérdete en ello, pierde al hacedor en el hacer. No "seas"; deja que tus energías creativas fluyan sin ostaculos…
 
Osho